El 90º Congreso de SAT celebrado en Gimpo/Seúl, Corea del Sur, del 29 de Julio al 5 de Agosto de 2017:
reconoce la importancia de la Revolución de las Velas en Corea del Sur, en la que muchas personas se congregaron y se manifestaron para cambiar el gobierno, lo que supuso una alentadora ocasión democrática;
reconoce la importancia de las oposiciones populares contra los gobiernos injustos, como mostró la Revolución de la Velas en Corea del Sur, y advierte contra los intentos de los medios de comunicación y de los políticos para manipularlos, y sobre todo contra las evidentes derivaciones a guerras, como ocurrió en Siria;
apoya la finalización del estado de conflicto entre Corea del Norte y del Sur y apoya la pacificación duradera de la región por medio de vida en común y de comprensión de los pueblos que viven en la región;
sugiere negociaciones por la paz en los conflictos militares y condena todas las sangrientas alianzas militares, empezando por la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN) ;
exige medios de vida suficientes y justas condiciones de trabajo por una vida más humana para todos los trabajadores del mundo;
constata que la ganadería es una importante fuente (aparte de la industria petrolera y de otras) de calentamiento climático y que, por lo tanto una dieta más vegetariana es una acción eficaz desde los puntos de vista de la ecología y de la ética;
está en contra, con la justicia como objetivo, de los sufrimientos y de la explotación en conexión con el sexismo y el racismo;
está en contra de los malos tratos a los animales y del especismo;
está en contra del uso de la energía nuclear, puesto que el accidente de la central nuclear en Japón en 2011, destruyó completamente y todavía destruye la vida cotidiana de la población;
rechaza todas las armas nucleares, y recuerda el Tratado sobre Prohibición de Armas Nucleares de la ONU, confirmado por resolución de julio de 2017;
apoya la acción de Solidaridad de Buena Voluntad (SBV) en la República Democrática del Congo que ayuda en la educación de los jóvenes, que sufren por las guerras;
insta a que no solo miembros de SAT y esperantistas, sino también activistas en general, colaboren más eficaz y activamente con los camaradas de Asia, en el marco de nuestro apoyo práctico a la solidaridad mundial.