¡ Se trata de democracia !
¡ ... incluyendo la democracia lingüística !
Sí a una globalización construida por las personas normales de todos los lugares.
Sí a una democracia de derecho y de hecho basada en la igualdad y en la libertad.
Jurídicamente, todos tenemos derecho a informarnos y expresarnos libremente, incluso a nivel internacional.
Pero en la realidad, ¡no!
Los medios de comunicación de masas están a las órdenes de los poderes financieros. Sólo las élites se comunican con cierta facilidad a nivel mundial a través de traductores y con ayuda del dinero.
Solamente una pequeña parte de la humanidad puede comunicarse con relativoéxito.
¿Y los demás (casi el 100%)?
¿Y tú?
Junto a nuestra lengua materna necesitamos una lengua común, independiente y accesible para todos,
que dé a todas las culturas el mismo lugar en la cultura universal,
que introduzca en el proceso de comunicación internacional a los que hasta ahora están marginados de él.
Sólo el ESPERANTO hace posible:
una comunicación de igual a igual,
una comunicación democrática y fraternal.